martes, 8 de abril de 2008

Feria de Sevilla, Carrero Blanco y Ramón de Carranza: símbolos fascistas, ¿hasta cuando?




El Boletín Oficial del Estado número 310, de Jueves 27 diciembre 2007 publica la LEY 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura.

En su artículo 15 sobre Símbolos y monumentos públicos, y un su primer punto, se puede leer que «Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas».

Hoy lunes, comienzo de la Feria de Sevilla, es un día en el que desde Izquierda Republicana queremos aprovechar para denunciar al gobierno del ayuntamiento de nuestra ciudad, pues nunca se entendió, una vez reinstaurada la democracia, pero menos ahora con el respaldo de esta norma, que el llamado real de la feria, en su límite norte, hacia el barrio de Los Remedios, halle, como vías que lo comprenden, las consecutivas avenidas que tienen como nombre y, por tanto, como placa nominativa, al presidente fascista Carrero Blanco, y al fascista y asesino alcalde Ramón de Carranza.

De la figura de Carrero Blanco, recordar que estaba llamado a mantener el llamado Movimiento Nacional, tomando las riendas mandatarias que el golpista, dictador y genocida Franco había mantenido en España durante cerca de 40 años. En 1973 el franquismo da sus últimos coletazos. Franco deja en manos del almirante Luís Carrero Blanco la Presidencia del Gobierno. Ese mismo año este mandatario fascista fue asesinado por la banda terrorista de ETA.

Lo cierto es que este fascista da nombre a una de las avenidas que limitan el real de la feria sevillana, y su placa sigue figurando a este efecto, como un símbolo fascista en nuestras calles.

En cuanto a Ramón de Carranza, este oligarca andaluz, fue impuesto alcalde de Sevilla por Gonzalo Queipo de Llano en lugar de Horacio Hermoso Araujo, alcalde republicano (Izquierda Republicana) hasta el golpe militar en el que fue fusilado por los sublevados.

Durante la sangrienta represión de la provincia de Sevilla bajo el mando de Queipo de Llano, se organizaron columnas mixtas de militares y no militares: falangistas, requetés carlistas, guardias civiles… con apoyo económico, armamentístico y en hombres de los acaudalados terratenientes de las distintas villas.

Un ejemplo de columna, fue la que mandaba Ramón de Carranza, alcalde ya entonces de Sevilla. Al tomar una villa, Carranza instauraba siempre un nuevo ayuntamiento de derechas y transportaba gran número de prisioneros a Sevilla para que los ejecutasen. No fue casualidad que en muchas localidades de la provincia conquistadas por esta columna hubiera propiedades importantes de las familias de carranza y otros miembros acaudalados de la columna.

Tal individuo también da nombre a una de las avenidas que limitan el real de la feria sevillana, y su placa sigue figurando a este efecto, como un símbolo fascista en nuestras calles.

Volviendo al comienzo, estos dos individuos, siguen dando nombre a dos de las principales avenidas sevillanas, consecutivas en cuanto a su ubicación, y ligadas actualmente al real de la feria, con sus placas correspondientes. Todo un agravio, toda una vergüenza que nuestro ayuntamiento democrático tiene el deber de zanjar.

Símbolos fascistas públicos, NO.

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